Colchón nuevo se hunde: ¿Es normal? Consejos para evitarlo

colchón nuevo se hunde

Disfrutar de un sueño reparador y profundo es fundamental para poder disfrutar de un mejor estado de salud y sentirse cada mañana con más energía, y para lograrlo es imprescindible disponer de un colchón de buena calidad.

La compra de un colchón debe verse como una inversión en salud y bienestar, valorando las diferentes opciones para poder encontrar la más adecuada en función de la persona que lo vaya a utilizar. Cuando se compra uno nuevo, se espera disfrutar de comodidad durante muchos años, pero en ocasiones, con el uso, vemos como el colchón nuevo se hunde.

Por qué se hunde mi colchón nuevo

Los colchones tienen una vida útil que se acerca a los 10 años, pero pueden llegar a durar menos y acabar por tener distintos bultos o hendiduras antes de lo que nos gustaría. Aunque se trate de un colchón de calidad, puede llegar a presentar hundimiento tras su uso, con algunos efectos que incluso se aprecian tras las primeras semanas de uso.

En primer lugar, hay que ser consciente de que el colchón se irá adaptando a la forma del cuerpo, por lo que a lo largo de las primeras semanas se podrá observar una adaptación, que no se debe confundir con un hundimiento, pues es una variación leve propia de todos los colchones para ofrecer un soporte adecuado que beneficie al descanso.

Sin embargo, si no es una leve adaptación, debes saber que no es normal que un colchón nuevo se hunda, ya que esto será una señal de que los materiales no son de buena calidad. No obstante, también hay que considerar la firmeza del colchón, pues el hundimiento puede venir provocado porque tenga una firmeza baja y realmente necesites una superior.

Por otro lado, hay que recordar que todos los colchones se acaban hundiendo por el propio paso del tiempo, aunque hay algunas causas que pueden acelerar este proceso, de las que hablamos a continuación.

Mal mantenimiento

Uno de los motivos por los que se puede producir un hundimiento en el colchón tiene que ver con la falta de mantenimiento o si este se realiza de forma inadecuada. Los colchones se deben girar y/o voltear para que la presión no tenga lugar siempre en los mismos puntos.

Aunque hay algunos modelos a los que no se les puede dar la vuelta al estar pensados para ser usados solo por uno de sus lados, sí que se pueden girar, y conviene hacerlo para evitar este tipo de problemas.

Peso soportado

Una de las causas más importantes por las que un colchón nuevo se hunde tiene que ver por el peso soportado por este. Hay que tener en cuenta que los colchones tienen unas especificaciones que se deben respetar, y entre ellas se encuentra la del peso máximo que es capaz de soportar. De esta manera, si se sobrepasa, es más probable que se hunda con mayor rapidez.

Apelmazamiento y compresión

La mayoría de los acolchados acostumbran a contar con una dureza baja para adaptarse a la curva del cuerpo de las personas y proporcionar un mayor nivel de comodidad, pero al ejercer la misma presión en la misma zona, son materiales que se comprimen y apelmazan, siendo esta una de las causas de que el colchón se pueda hundir.

Pérdida de resiliencia

Los colchones acostumbran a incluir uno o más materiales con la capacidad de la resiliencia, de forma que se hunden cuando la persona hace presión, pero que luego hace que todo regrese a su posición original.

La cuestión es que, a medida que pasa el tiempo y los usos, esta capacidad se ve mermada, llegando a provocar una hendidura o hundimiento en la zona del colchón en la que se ejerce mayor presión. Se dará con mayor rapidez en aquellos fabricados con materiales de baja calidad.

Soporte del colchón

Otra de las razones que pueden provocar que un colchón nuevo se hunda tiene que ver con no usar un soporte adecuado. La base debe contar con un refuerzo en el centro para que el peso de las personas que duermen sobre él no se traslade al centro y acabe por hundirse, creando así un efecto de “U”.

Mal uso del colchón

Por último, si te preguntas si es normal que un colchón nuevo se hunda, debes saber que esa deformación puede venir provocada por un mal uso. Si eres de esas personas que apoyan muchas cosas encima de la cama, incluyendo objetos pesados, puede ocasionar un apelmazamiento de los materiales en zonas concretas. Lo mismo sucede si se acostumbra a saltar sobre el colchón, una práctica que debe evitarse.

Cómo evitar que el colchón nuevo se hunda

Una vez que ya sabes que no es normal que un colchón nuevo se hunda y algunas de las causas que pueden llegar a ocasionar ese problema, conviene saber algunos trucos para que no ocurra:

Elige un colchón adecuado

La mejor manera de evitar que no tener que sufrir un colchón nuevo que se hunde en el centro, es elegir un modelo adecuado según tus características y necesidades, y que esté fabricado en materiales de alta calidad.

Para evitar el hundimiento es aconsejable optar por colchones fabricados con materiales de alta densidad, como de muelles ensacados o espumas viscoelásticas, que ofrecen un soporte más prolongado. Asimismo, ten en cuenta el peso máximo que soporta el colchón.

Uso y cuidado

Una vez que hayas elegido el modelo que mejor se adapte a tus necesidades, es imprescindible darle un buen uso, siendo consciente de que su principal actividad es la de dormir, evitando saltar sobre el colchón, ni tampoco trabajar ni comer, pues se mantienen posturas distintas a las habituales al dormir y puede provocar un desgaste.

De igual modo, es imprescindible cuidarlo adecuadamente, teniendo especial atención a la suciedad y la humedad. Esta última puede debilitar los muelles y provocar su hundimiento.

Mantenimiento de la base del colchón

Para evitar el hundimiento del colchón conviene hacer un buen mantenimiento del somier o base sobre la que se asienta este. La base debe tener un tamaño similar o superior a la del colchón para evitar desplazamientos o que no se ajuste adecuadamente. Además, deben encontrarse en buen estado.

Recuerda voltear el colchón con regularidad para redistribuir el peso de forma periódica y evitar que se acabe hundiendo con el paso del tiempo.

Cuando reemplazar un colchón nuevo hundido

Un colchón hundido puede tener implicaciones muy negativas para el descanso, pudiendo llegar a originar graves problemas de salud, como dolor de espalda y cuello. Por este motivo, en el caso de que se detecte el hundimiento, lo mejor es sustituirlo de inmediato por un nuevo.

El descanso permite que el cuerpo y la mente se recuperen, con implicaciones sobre la presión sanguínea, la energía, la memoria o el sistema inmune, siendo un sueño reparador la base de una buena salud. Cuando un colchón está hundido, no solo impide tener un descanso óptimo, sino que causa otros problemas que pueden agravarse, especialmente cuando se duerme en el mismo de forma prolongada.

Por lo tanto, si empieza a hundirse, conviene buscar un nuevo colchón, que sea de buenos materiales y se adapte a tus necesidades y características.

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